Habilidades que debes desarrollar para ser un mejor residente

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A lo largo de la vida nunca se termina de aprender. Todas las facetas son ideales para adquirir nuevos conocimientos y en tu caso como residente existen algunas habilidades que debes desarrollar. El objetivo es lograr ser una mejor versión de ti mismo para estar mejor capacitado al momento de empezar tu etapa profesional.

Ahora bien, más allá de la teoría y todo lo que debes ver durante las clases, también aprovecha para desarrollar una parte fundamental de la profesión: la atención al paciente. Nunca debes olvidar que se trata de personas y no de máquinas. De hecho, la parte emocional y humanitaria es muy bien vista por los demás.

En ese tenor, a todos nos gusta que nos traten con atención y cariño. A veces unas simples palabras son suficientes para generar un ambiente de confianza dentro del consultorio. Mientras que algo sencillo como llamar a las personas por su nombre es la base para transmitir armonía a lo largo de la consulta médica.

Dicho lo anterior, te compartimos algunas habilidades que debes desarrollar mientras eres residente. Si lo consigues vas a contar con más herramientas que tus colegas y al final el mayor beneficiado serás tú.

Empatía médica, la característica más valiosa

En su definición más concreta la empatía consiste en ponerte en el lugar de las demás personas. Por lo mismo, debes de atender a los pacientes como te gustaría que lo hicieran contigo. Más allá de los conocimientos también debes de enfocarte en la parte emocional para lograr transmitir seguridad y tranquilidad.

La mayor queja de los pacientes es que no se sienten atendidos dentro del consultorio al considerar que reciben un trato frío. Para que eso no te ocurra, personaliza tus consultas y recuerda siempre atender a las personas como te gustaría que otros lo hicieran contigo.

Escucha activa, el arte de poner atención a todos los detalles

Durante la consulta debes enfocar toda tu atención en la persona que tienes enfrente. No debes distraerte ni mirar a la computadora mientras el paciente habla porque vas a perder valiosa información. Además, si eso ocurre también es un gesto de mala educación.

Si logras desarrollar tu escucha activa también vas a conseguir consultas más dinámicas porque no vas a preguntar dos veces lo mismo. Como consecuencia también se reduce el tiempo del servicio y eso te permite ser más eficiente y eficaz.

Aprovecha las bondades de la tecnología

Aunque la tecnología ofrece muchas ventajas en ocasiones solo es utilizada con fines de entretenimiento. En realidad puede ser aplicada en distintas áreas como la salud. Para mejorar la relación médico-paciente puedes utilizar aplicaciones móviles que te ayuden a ofrecer explicaciones más concisas. Incluso con el apoyo de imágenes puedes hacer más dinámica la consulta.

Por su parte, la mejor forma para mantener una buena relación con los pacientes es a través de la confianza. Es un elemento que debe prevalecer dentro del consultorio porque es la clave para diferenciarte de tus colegas.

Todas las habilidades mencionadas tienen el objetivo de hacer que te conviertas en un mejor residente. Ahora solo es cuestión de poner todo tu empeño para adquirir todos los conocimientos posibles. Mientras mejor preparado estés vas a contar con más probabilidades de triunfar.